Sintomas de Ansiedad

Dudamos sobre los síntomas de ansiedad, serán eso u otra cosa. Queremos que desaparezcan pero veamos qué nos perdemos por el camino.


¿Evitar los síntomas de ansiedad es la solución?, tratar de dejar el sufrimiento es lógico pero, lamentablemente en la ansiedad, esa no es una solución al problema.


Las historias de ansiedad suelen comenzar todas de una manera parecida: Sin darnos cuenta.

Comenzamos a percibir que nos encontramos un poco más presionados de lo normal, empezamos por notar que tenemos que exigirnos algo más y, un día, vemos como nuestro cuerpo no nos acompaña. Es un mal momento para enfermar pues ahora tenemos cosas que hacer y nuestro cuerpo nos falla.

Sintomas de Ansiedad 01
Continuamos forzando un poco la máquina, haciendo oídos sordos a las señales (síntomas) que nuestro cuerpo nos envía, hasta que un día algo se rompe: puede que tengamos una experiencia en la que sintamos que vamos a perder la vida, sensación de ahogo, un palpitar fuerte y acelerado del corazón, un dolor cervical con vértigos que nos impidan ponernos de pie, angustia (sensación de vomito) incesante, etc.

Detonante de nuestra primera visita al médico; algo físico nos está ocurriendo y buscamos la solución al problema. Tras la visita la médico este nos realiza (o no) un conjunto de pruebas y emite su dictamen: padece usted de trastorno de ansiedad.

Tras la primera fase de sorpresa viene una fase que llamaremos de aceptación.

Los síntomas que yo tengo no son síntomas de ansiedad, son síntomas que indican que tengo algún problema físico grave: arritmias cardiacas, hernias cervicales, cáncer,... (no está claro como pero, de repente, sabemos mejor que los médicos los síntomas de un ataque al corazón aunque nunca los hemos estudiado ni hemos sufrido ninguno; pero lo nuestro es un ataque, seguro).

Puesto que mis síntomas son principalmente físicos, debe existir un error de diagnóstico, no tengo síntomas de ansiedad. Visitamos otros especialistas que coinciden en el diagnóstico y finalmente debemos dar nuestro brazo a torcer por estadística – es muy poco probable que varios especialistas, que además sustentan su opinión en pruebas médicas, hayan errado en el diagnóstico y coincidido en el de que padecemos de trastorno de ansiedad.

Comenzamos a aceptar que quizás suframos de trastorno de ansiedad pero indagamos sobre los síntomas de ansiedad (ver nuestro artículo: ansiedad-síntomas), aquí descubrimos que aquello que nos está pasando a nosotros también les está pasando a otros. Aquí descubrimos que los síntomas de ansiedad son muchos y no a todos nos afecta la ansiedad de la misma manera. Así descubrimos que el trastorno de ansiedad es mucho más incapacitante de lo que nunca habíamos pensado.

Tras esta fase de aceptación es cuando se desemboca la fase de lucha-cura-resignación que es el origen de este artículo.

Sintomas de Ansiedad y resignación



Los síntomas de ansiedad son los indicadores externos que algún problema en nuestro interior. Los síntomas de ansiedad son los pilotos de emergencia que nos indican que tenemos algún problema que resolver.

En otras ocasiones ya hemos hablado sobre lo incapacitante que resulta el trastorno de ansiedad, con ello queremos decir que los síntomas con que se manifiesta impiden – en muchas ocasiones - que continuemos con nuestra vida.

Puesto que estos síntomas son tan desagradables, lo lícito es que quien los padece busque cualquier método que le permita quitarlos. (Acaso cuando nos duele la cabeza no recurrimos a la “química”, acaso tenemos un esguince no recurrimos al físico, acaso cuando tenemos problemas de visión no recurrimos al oculista o al óptico, etc.).

En esta búsqueda por apagar los síntomas de ansiedad:

  • Recurrimos a las pastillas contra la ansiedad (a pesar de que, como ya hemos dicho, estas nos introduzcan en un estado de somnolencia que nos impida vivir la vida, creen tolerancia – cada vez necesitamos más dosis – y creen adicción – dejarlas nos producirá mono-).
  • Dejamos de coger el autobús, el metro, el transporte público, etc.
  • Dejamos de acudir a los centros comerciales, al cine, al teatro, etc.
  • Dejamos de salir a cenar, a ir de excursión, de pasear en bicicleta, etc.
  • Dejamos de ir a trabajar.
  • ...
  • Nos recluimos y, a pesar de ello, vemos como los síntomas de ansiedad nos acompañan y entran en nuestro recinto de protección.


Sintomas de Ansiedad 01
Pensemos en lo que está ocurriendo: estamos resignándonos. Cuando vemos que subir al autobús nos genera ansiedad, la solución es dejar de subir al autobús, cuando vemos que al salir a cenar con los amigos se nos dispara la ansiedad, dejamos de hacerlo, al... no estamos respondiendo de manera adecuada.

No son las cosas las que nos disparan los síntomas de ansiedad, es la ansiedad la que nos impide hacer cosas.

Que los síntomas son incapacitantes es un hecho, que hemos interiorizado un miedo irracional que hace que al realizar cualquiera de las actividades descritas se disparen los síntomas y sea muy desagradable, es un hecho. Que perdamos nuestra vida, ¡es un error!.

Parafraseando a Cervantes, no recordamos donde ni cuando, cierto “psicólogo” establecía una desafortunada analogía entre la ansiedad y nacer feo; las personas que nacemos feos, nos vemos desde siempre así y llega un momento en el que incluso dudamos de si realmente somos tan feos; según él, los síntomas de ansiedad son desagradables, pero afrontándolos llegaremos a acostumbrarnos a ellos y aprenderemos a realizar nuestras actividades sin que nos interfieran. Como decimos este “especialista”, es la típica persona a la que nos gustaría que pudieran sentir lo que se siente con la ansiedad (sólo por un momento – no queremos este mal ni para nuestros enemigos) para que así pudiera ser conocedor del alcance de sus palabras: a esto no hay quien se acostumbre ni por qué resignarnos a hacerlo.

Todos tenemos derecho a recuperar nuestra vida en plenitud. Todos tenemos derecho a no sentir el sufrimiento que generan los síntomas de ansiedad. Para que esto ocurra, no podemos actuar sobre los síntomas, las cosas que nos perdemos al hacerlo no compensan la ganancia, la única solución es curar el origen, curar el trastorno de ansiedad.

Refranero: 
No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.


No podemos permitirnos resignarnos en la batalla; cierto es que antes hacíamos footing y ahora nos cuesta dar un simple paseo pero pensemos en que aún podemos hacer esto, sin resignarnos: es posible que no podamos aprovechar ni un 10 % de lo que hacíamos antes, pero lo que queda es importante, debemos aprovechar aún lo más mínimo, debemos mantenernos unidos a la realidad sabiendo que acabamos de emprender el camino que nos va a llevar a curar el trastorno de ansiedad y vamos a recuperar el 100%.

La ansiedad y los síntomas de ansiedad hacen nuestra vida difícil, pero no podemos perder el vínculo con nuestra familia, con nuestros seres queridos, con lo que es importante en la vida; no podemos permitirnos que este trastorno nos aísle y perder lo que queremos y tanto hemos luchado por tener.



Para que los síntomas de ansiedad desaparezcan debemos arreglar el problema del que nos informan, debemos aprender como se cura la ansiedad, curar el trastorno de ansiedad.