Nombres de la Ansiedad

Neurosis, Neurastenia, TAG, Agorafobia, mutismo selectivo, etc. nombres que, aunque no lo aparenten, esconden un único trastorno, el Trastorno de Ansiedad.


Si hacemos una breve anotación histórica sobre el trastorno de ansiedad, observamos como históricamente la ansiedad no era reconocida como una enfermedad, lo cual no quiere decir que no existiera, simplemente no era diagnosticada como tal y, por tanto, no era tratada.

Nombres de la Ansiedad 01
En 1769 el psiquiatra escocés William Cullen (en su libro Synopsis nosologiae methodicae) introduce el término Neurosis, para hacer referencia a una afección general del sistema nervioso que no presentaba fiebre ni afección aparente de ningún órgano y que comprometía “los sentimientos” y “el movimiento”.

Esta acepción fue desapareciendo hasta que en 1879 el médico americano Gerge Bear creó el concepto Neurastenia, una afección cuyo cuadro cuyo cuadro clínico giraba en torno a una fatiga física de origen «nervioso» y que comprendía síntomas de los más diversos registros. Un concepto que tuvo especial relevancia en Estados Unidos desde donde comenzó a extenderse, relevancia, entre otras cosas, por que explicaba de manera razonablemente buena el tópico del hombre norteamericano estresado y agotado por el esfuerzo.

Con el tiempo se consideró la conveniencia de especializar las clasificaciones y así, el conocido Sigmund Freud (en distintos trabajos) distingue entre: Neurosis de angustia, Neurosis fóbica, Neurosis obsesiva y Neurosis histérica.

En la actualidad se ha producido una gran especialización en la clasificación de los trastornos, en especial con la idea de una mayor concreción en el diagnóstico y tratamiento.

Así, según la Clasificación Internacional de Enfermedades en su décima edición (CIE-10)

La clasificación principal la encontramos en los grupos:

F40-F49 - Trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos.

F40 Trastornos de ansiedad fóbica
F40.0 Agorafobia
F40.1 Fobias sociales.
F40.2 Fobias específicas (aisladas).
F40.8 Otros trastornos de ansiedad fóbica.
F40.9 Trastorno de ansiedad fóbica sin especificación.
F41 Otros trastornos de ansiedad.
F41.0 Trastorno de pánico (ansiedad paroxística episódica).
F41.2 Trastorno mixto ansioso-depresivo.
F41.3 Otro trastorno mixto de ansiedad.
F41.8 Otros trastornos de ansiedad especificados.
F41.9 Trastorno de ansiedad sin especificación.


También encontramos relaciones con la ansiedad en los grupos:

F06 Otros trastornos mentales debidos a lesión o disfunción cerebral o a enfermedad somática.
F06.4 Trastorno de ansiedad orgánico.
F93 Trastornos de las emociones de comienzo habitual en la infancia.
F93.0 Trastorno de ansiedad de separación de la infancia.
F93.1 Trastorno de ansiedad fóbica de la infancia.




Esta clasificación “teórica” tiene su representación práctica en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación de Psiquiatría Americana (americana pero seguida en mayor o menor medida por toda la medicina “occidental”), quien en su quinta edición (DMS-5), realiza la clasificación:

  • Trastorno de ansiedad por separación.
  • Mutismo selectivo.
  • Fobia específica.
  • Trastorno de ansiedad social (fobia social).
  • Trastorno de pánico (de angustia).
  • Agorafobia.
  • Trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
  • Trastorno de ansiedad inducido por sustancias o medicamentos.
  • Trastorno de ansiedad debido a otra afección médica.
  • Otro trastorno de ansiedad especificado.
  • Otro trastorno de ansiedad no especificado.


Todos estos nombres y especializaciones se realizan para un tratamiento más concreto y, en principio, más efectivo de las distintas “ramas” de la ansiedad que, aunque es posible (incluso probable) que sean objeto de artículos específicos en este blog, no pueden dejar de lado el objeto principal de esta bitácora: el trastorno de ansiedad y cómo se cura la ansiedad.


La esencia de la Ansiedad



Si bien existen distintos nombres, son especializaciones que tienen que ver con el detonante de nuestra ansiedad, o con el momento, la frecuencia y la intensidad con que la ansiedad se manifiesta en cada caso concreto.

Pese a los distintos nombres con los que se clasifica, no podemos perder de vista que, en la raíz, estamos hablando siempre del mismo trastorno: el Trastorno de Ansiedad que (como indicábamos en nuestro artículo qué es la ansiedad), es una alteración, un funcionamiento anormal y erróneo del sistema ansiedad.

Nombres de la Ansiedad 02
La Ansiedad es el nombre con el que nos referimos al sistema que tiene el cuerpo de los humanos de prevenir el peligro y de prepararnos para poder afrontarlo con las mayores garantías de éxito posible.

Un sistema histórico, esto es, un sistema implantado en la parte más interna y primitiva de nuestro cerebro (la amígdala), puesto que se desarrolló en las primeras etapas del ser humano, cuando era poco más que otro animal rodeado de fieras empecinadas en acabar con él y no disponía de una gran fortaleza física para afrontarlos.

Un sistema automático que se basa en ser preventivo y ponerse en marcha cuando percibe las primeras señales de un peligro, antes incluso de que nuestro consciente sea conocedor del mismo.

Un sistema beneficioso que nos ha permitido subsistir hasta el momento presente pero que, en el momento actual, cuando ya no tenemos fieras de las que protegernos, cuando no podemos salir corriendo de nuestros “peligros”, cuando no podemos defendernos luchado (no está bien visto el liarnos a golpes y las consecuencias podrían ser peores que los beneficios), provoca alteraciones “raras” en nuestro organismo.

Alteraciones que se producen en todos los humanos, pues todos tenemos este sistema llamado ansiedad: ¿Acaso no es normal estar nervioso el día antes de una entrevista de trabajo?, ¿Acaso no es normal que la excitación no te deje dormir?, ¿Acaso no es normal tener que entrar al lavabo antes del examen, aun cuando acabamos de ir?, ¿Acaso no es normal que se nos acelere el pulso y empecemos a sudar cuando hemos estado a punto de ser atropellados?, ¿Acaso no es frecuente que estemos dos días dándole vueltas a la cabeza con una discusión que hemos tenido en el trabajo y nos ha parecido injusta (más si consideramos que el jefe está abusando de nosotros)?,etc.

En todos estos casos el sistema ansiedad ha sentido que estábamos en peligro y se ha puesto en funcionamiento, modificando nuestro cuerpo y nuestra mente, obligándonos a visitar el baño, acelerando las pulsaciones o haciendo que nos obsesionáramos con una idea. Es normal, a todos – en mayor o menor medida – nos ocurre.

El problema radica en las personas que tenemos trastorno de ansiedad, tenga este el nombre que tenga. En nuestro caso el sistema ansiedad se ha estropeado y no funciona como debiera y esta alteración del funcionamiento hace que se active cuando no existe un peligro real (lo que conscientemente diríamos que es un peligro), o que se active de una manera desproporcionada a la amenaza y, casi en la totalidad de los casos, que se active y no sepa cuando parar, por lo que se extienda en el tiempo de manera indeterminada.


El trastorno de ansiedad, llamado como sea, es nuestro problema, es aquello que nos impide que tengamos lo que en justicia nos hemos ganado y queremos recuperar:

  • Volver a ser personas sanas.
  • Volver a poder sentir y hacer felices a nuestros seres queridos.
  • Volver a poder disfrutar de aquello que hemos conseguido con nuestro esfuerzo.
  • Volver a poder ilusionarnos.
  • Volver a sentirnos personas completas.


Un trastorno que en esta bitácora te estamos mostrando que podemos y vamos a superar, que aquello que lícitamente deseas conseguir y que no es otra cosa que la salud y curar la ansiedad, recuperar tu persona, es completamente posible y tú lo vas a conseguir.