Sintomas cognitivos de la ansiedad

En el artículo anterior Ansiedad – Síntomas Cognitivos estuvimos hablando de los síntomas cognitivos de la ansiedad. De aquellos síntomas que tienen que ver con las alteraciones (conscientes o inconscientes) con las que razonamos la realidad que percibimos.


Estuvimos defendiendo que es nuestro cerebro quien procesa las señales que recibe del exterior y quien las interpreta evaluándolas, de esta evaluación es de la que se desprenderá si la consideramos beneficiosa, perjudicial o simplemente que no nos afecta y, de esta interpretación, se derivarán los sentimientos.

Ya hablamos de tres síntomas cognitivos habituales y qué nos producen:

  • Pensamiento dicotómico
    Caracterizado por percibir la realidad con sólo dos matices de color: las cosas están bien o están mal, algo está limpio o está sucio, etc. Como estuvimos analizando este pensamiento es erróneo pues la realidad no suele tener sólo dos estados, suele ser de una gama de grises: casi nada es completamente correcto ni completamente incorrecto, nada suele estar impoluto, etc.

  • Generalización excesiva
    Considerar que un particular es el total: un rechazo sentimental implica no volver a amar, un rechazo laboral implica tu inutilidad profesional, etc. Un suceso en un momento implica sólo que es lo ocurrido en este momento, el futuro está por venir y en él sí podemos intervenir.

  • Filtro mental.
    Consiste en filtrar, escoger de la realidad aquello que nos interesa (en concreto aquello que apoya lo que nos hiere o tememos) y maquillar, empequeñecer e incluso negar lo que lo contradice (en este caso lo que niega lo que nos hiere o tememos).


Estos razonamientos son síntomas cognitivos de la ansiedad, son alteraciones del razonamiento que nos informan de que algo no funciona bien. Son síntomas difíciles de detectar y de corregir pues, normalmente, los hemos interiorizado, se producen de manera inconsciente y, en muchos casos, han llegado a ser tan habituales que pensamos que forman parte de nuestro ser.

En este artículo vamos a seguir profundizando sobre estos síntomas cognitivos de la ansiedad, vamos a seguir indagando qué cosas podemos estar razonando y qué nos están produciendo esos sentimientos esas sensaciones a las que conocemos como ansiedad. Vamos a continuar describiéndolas porque conocerlas es una parte esencial en nuestro proceso paralograr curar la ansiedad.


Sintomas cognitivos de la ansiedad II



Descartar lo positivo.

Normalmente no están bien vistos los prepotentes, aquellas personas que alardean constantemente de aquello en lo que son superiores, aquellas que tienen constantemente que recordarnos (no siempre con razón) que son superiores en todas y cada una de las cosas que emprenden.

La humildad, es una virtud. El ser conscientes de que no somos superiores en todo, el reconocer que somos humanos y, por tanto, tenemos la costumbre de errar de tanto en tanto, el reconocer el valor de los demás aún cuando sean algo inferiores a nosotros en alguna actividad, está bien considerado.

El problema de muchas de las personas que padecemos de trastorno de ansiedad es que tenemos la tendencia a autoconvencernos de que aquello que nos favorece no es realmente cierto. Estamos en el trabajo y nuestro jefe nos felicita por algún motivo: comienza el recelo, ¿será a nosotros o se habrá equivocado?, ¿se trataba realmente de una felicitación o ha sido un comentario que no hemos sabido interpretar?, realmente tampoco hemos realizado nada tan encomiable, ha sido fruto en gran medida de la suerte, etc. En el extremo llegaremos incluso a desconfiar ¿Qué esconderá esta felicitación?, ¿estará intentando mostrarnos que debemos involucrarnos más?...

Hemos convertido un acto objetivo, una felicitación, en nuestro enemigo. Hemos convertido una felicitación en una amenaza.

Este tipo de síntoma de la ansiedad, nos conduce irremediablemente a la frustración. No podemos recibir ningún tipo de elogio pues, nuestra mente, lo minimiza e incluso lo trasforma en todo lo contrario.


Adivinación.

Todos interpretamos las señales que percibimos y sacamos las conclusiones de qué está ocurriendo y, además, intentamos predecir el futuro.

Ansiedad Sintomas - Bola de Cristal
Es algo que acompaña al ser humano desde sus orígenes; los buenos mentalistas se caracterizan por deducir a partir un reconocimiento rápido una persona muchas de sus características. Son capaces de percatarse de detalles que, a la mayoría, nos pasan desapercibidos y que luego atribuyen a poderes especiales. Desde antiguo el hombre ha querido predecir las estaciones de lluvia, la combinación premiada en el sorteo, etc.

El problema radica en que muchas de las personas que padecemos de trastorno de ansiedad, tenemos este síntoma cognitivo de la ansiedad, un síntoma pues nuestro razonamiento equivocado hace que obtengamos conclusiones que no se corresponden con los hechos.

En este tipo de síntoma cognitivo de la ansiedad, tenemos pues dos casos:

  • Lectura errónea del pensamiento. Una mirada ida cuando mantenemos una conversación, una mirada extraña mientras estamos en la entrevista, etc. No nos planteamos que pueda haber otros motivos para estas señales: estamos seguros de que estas personas nos están valorando y, además, estas personas están valorándonos negativamente. (cuando puede que hayan pasado una mala noche, que tengan un dolor de muelas, etc.)

  • Futuro negativo: Es una tendencia a considerar que todo lo que estar por venir va a ser negativo para nosotros. El próximo examen lo suspenderé, este fin de semana lloverá, se va a romper el coche, etc. Fijémonos como con este razonamiento estamos predisponiéndonos a que ocurra.


Desproporción.

A casi todos nos ha pasado alguna vez que hemos tenido la sensación de que no se nos estaba valorando con el mismo rasero que al resto. Casi todos tenemos la percepción de que en el mundo las cosas no se evalúan igual dependiendo de factores que, en principio, no deberían afectar: la posición social, las amistades, el sexo, etc.

Ansiedad Sintomas - prismaticos
Ante esta situación, solemos estar molestos e indignarnos, pero: ¿Qué ocurre cuando somos nosotros los que no somos justos?.

Las personas con trastorno de ansiedad solemos manifestar un síntoma cognitivo de la ansiedad que consiste en utilizar el prismático cuando miramos nuestra persona: cuando estemos evaluando nuestros defectos utilizaremos la función de aumento y, cuando evaluamos nuestras virtudes, invertiremos el prismático y estos se empequeñecen.

En el uso del prismático está el síntoma, la alteración cognitiva que hace que no veamos de manera objetiva, que no nos evaluemos a nosotros mismos con la objetividad que exigimos al resto.


Emoción vs Realidad.

Nuestros sentidos son el mecanismo que tenemos para recibir la información del exterior, nuestros sentidos nos trasmiten las formas, los colores, los olores, las sensaciones de calor, de frío, etc.

Aunque la temperatura exterior sea algo objetivo y medible, no todos tenemos la misma percepción: unos sentimos más calor que otros o más frío y, por tanto, nuestra apreciación sobre la idoneidad de la temperatura varía.

Con los sentimientos ocurre algo similar, la misma situación provoca sentimientos distintos; un aficionado al fútbol sentirá la victoria de su equipo con una intensidad menor a la de un forofo. El problema, el síntoma cognitivo de la ansiedad al que estamos refiriéndonos en este caso es el de interpretar la realidad en función, no de los hechos objetivos, sino en función de cómo nos sentimos.

Imaginemos que estamos en el autobús y, de pronto, nos sentimos angustiados, sentimos que se nos está acelerando el pulso, tenemos sudores fríos, notamos que nos mareamos, etc., en este momento nos damos cuenta de que estamos en peligro, tememos por nuestra integridad física. Hemos concluido que estamos en peligro real porque hemos razonado la realidad en función de nuestros sentidos.

Pongamos otro ejemplo: puesto que me siento un fracasado, es que realmente debo serlo. El razonamiento seguido consiste en atribuir el sentimiento a la realidad, de hecho dos personas en la misma situación objetiva se sentirán fracasados o triunfadores dependiendo de otros parámetros.

Este síntoma cognitivo de la ansiedad es difícil de tratar puesto que de poco sirve que nos digan que no somos unos fracasados o que no corre peligro nuestra integridad física cuando realmente nosotros lo sentimos así.

Aún así, pasada la situación que nos angustiaba vemos como nuestra integridad física se mantiene, oímos como la gente nos dice que ellos no consideran que seamos unos fracasados. Es una señal de que nuestros sentimientos no se corresponden a la realidad, nuestros sentimientos no son un indicador de que algo sea como creemos que es, los sentimientos son el reflejo de la manera que tenemos de razonar la realidad, y el problema está en cómo estamos haciendo ese razonamiento.



Tratar como estos síntomas cognitivos de la ansiedad requiere primero conocerlos, luego llegar a entender qué significan, para posteriormente poder pasar a detectarlos y finalmente corregirlos.

En un próximo artículo veremos los síntomas cognitivos de la ansiedad que todavía no hemos desvelado. Por el momento deberemos trabajar estos cuatro (junto con los tres que vimos en nuestro artículo anterior), aprendiendo a identificarlos y reconocerlos.