La ansiedad NO es un trastorno emocional

Con mucha frecuencia se considera que los sentimientos son los que nos producen ansiedad: Un error del que deberemos salir si queremos curar la ansiedad.

Son muchas las escuelas antiguas de tratamiento de los trastornos de ánimo las que han considerado que la ansiedad es un trastorno del sentimiento, que son nuestros sentimientos quienes nos producen ansiedad (o depresión, o estrés). Puesto que se considera que es una cuestión de sentimientos, de cómo nos sentimos, la solución radica en que debemos entrar en comunicación con estos sentimientos, experimentarlos, interpretarlos, para llegar al conocimiento interno de qué está provocando nuestro sufrimiento para así, poder reconducirlos y, con ello, curar la ansiedad.

En otros artículos ya hemos hablado sobre la ansiedad como mecanismo defensivo de nuestro cuerpo. Hemos explicado que es un sistema con el que nos ha dotado la evolución para tener más probabilidades de salir airosos de momentos de peligro.

La ansiedad es un sistema mental, en tanto en cuanto es nuestra mente quien percibe y razona el peligro.

Actualmente ya podemos afirmar que estas escuelas están equivocadas:

   LA ANSIEDAD NO ES UN TRASTORNO EMOCIONAL   

(perdón por las mayúsculas pero queremos remarcarlo ante aquellos que continúan con la misma línea argumental).

Existe un hecho científico innegable:

La realidad es externa a nosotros, la realidad puede actuar sobre nosotros de manera: positiva, negativa o neutra. Un hecho real ocurrido, puede sernos beneficioso, darnos algún tipo de provecho (con lo que será positivo), puede ser que perjudique nuestra existencia (con lo que será negativo) o puede que no nos afecte lo más mínimo (con lo que será neutro).

Cuando la realidad ocurre, nuestros sentidos se percatan de ella, al hacerlo informan a nuestro cerebro y es este quien razona las informaciones que recibe y, a partir de ellas y junto a la experiencia previa, evalúa como esta realidad nos afecta. Es a partir de este razonamiento que tenemos una consciencia de la realidad y que nuestro cuerpo desencadena unos sentimientos hacia la misma.

¿No nos ha ocurrido alguna vez que nos han dicho que había ocurrido algo delante de nuestros ojos y no nos habíamos dado cuenta? ¿Qué nuestro compañero nos haya preguntado cómo era posible que no lo hubiéramos presenciado? la respuesta más probable es que sí, esto ocurre porque no es suficiente con que nuestros ojos perciban la realidad, nuestro cerebro debe procesarla.

Ante una misma realidad – ejemplo: el jefe nos felicita – hay personas que se sienten orgullosas pues es una manera de valorar y reconocer el esfuerzo que realizan y, por el contrario, otras que entran en pánico: porque consideran que esta felicitación lleva oculta un apercibimiento de que pueden mejorar, porque razonan que podrían hacerlo mejor, aunque el jefe no sea consciente y, si este se enterarse, esta felicitación inicial se va a convertir en una reprimenda desmesurada, etc.

Luego el razonamiento es el que produce los sentimientos y no al contrario (como venía defendiéndose).

ANSIEDAD: ANTICIPACIÓN



Puesto que la ansiedad es un sistema de defensa, para que esta tenga más posibilidades de funcionar, es un sistema que se apoya en la anticipación, en la lectura de los signos para anticiparnos a ese peligro y poder prepararnos.

Nuestra percepción del peligro estará basada en dos factores:

  • El hecho en sí, y cómo este pude afectarnos.
  • Las herramientas de que disponemos para solventar esa situación y nuestra confianza en ellas.

La ansiedad no es un trastorno emocional


Si paseando nos cruzamos con un gato no es el mismo hecho que si nos cruzamos con un tigre, las dos realidades pueden afectarnos de manera muy distinta. Ante el mismo hecho de cruzarnos con un tigre el estar acompañados de un domador de tigres cambia la situación y más aún si confiamos es que es una persona totalmente capacitada para resolver con éxito este “encuentro”.

Como hemos dicho anteriormente, la realidad es objetiva – independiente de nosotros -. Nuestra realidad está formada por cómo nuestro cerebro interprete esta realidad: de esa manera si nuestro cerebro interpreta que está en peligro, nos invadirá un sentimiento de inseguridad, de temor, de inquietud por huir, etc., mientras que si nuestro cerebro no percibe ese peligro, tendremos sentimientos de calma y tranquilidad ante esta realidad.

Las personas que tenemos Ansiedad tenemos estropeado el sistema de prevención de peligros, tenemos estropeado el dial de “interpretación de la realidad”, somos como un televisor mal sintonizado, recibimos las imágenes borrosas y con un sonido distorsionado. La solución no está en centrarnos en qué quieren decir esas imágenes borrosas sino en arreglar el dial, sintonizar bien el canal y volver a tener imágenes nítidas y con excelente sonido.

Sabemos que muchas de las personas que tenemos ansiedad tendemos a pensar que lo nuestro no es un problema de sintonización, que lo nuestro es más un problema de circuitos quemados, el tubo de rayos está roto y nada puede arreglarlo. En esta misma afirmación radica la comprensión de la realidad: este pensamiento es unos de los síntomas más claros de la ansiedad, un síntoma cognitivo claro y muy frecuente: nos hemos convencido de que lo nuestro es peor que lo de los demás y, con ello, filtramos todas las realidades para interpretarlas en este sentido.(Sentimos si hemos restado protagonismo a alguien, pero probablemente lo tuyo no sea peor que lo de los demás).


Siendo prácticos, la idea está pues en volver a aprender cómo razonar la realidad que percibimos y, la pregunta siguiente es ¿Cómo se hace tal cosa?: llevamos tanto tiempo haciéndolo que hemos interiorizado el razonamiento, ni tan siquiera somos conscientes de estar aplicando ningún filtro, nuestra manera de pensar (errónea o no) es automática, entonces ¿Cómo cambiarla.?

En el próximo artículo trataremos de los errores de razonamiento más frecuentes. A partir de ellos, debemos explorar e identificar en cuantos de ellos estamos incurriendo. Sólo siendo conscientes de qué filtros mentales estamos aplicando podremos comenzar a resolver el cómo aplicar el razonamiento correcto que nos va a conducir a curar la ansiedad.