Ansiedad: Sintomas (ii)

Ansiedad y Sintomas están estrechamente relacionados. Descubramos que no eres algo extraño. Los síntomas de la ansiedad que padeces son normales.

En artículos anteriores ya hemos hablado sobre el trastorno de ansiedad y sobre los síntomas que acompañan a este trastorno. Este artículo es un complemento a nuestro artículo ansiedad:Sintomas y, en él, queremos mostraros el video explicativo que hemos creado.



Como se pone de manifiesto en el vídeo, los síntomas de la ansiedad son muchos. Tantos que es normal que una persona que padezca este trastorno dude sobre si el diagnóstico que ha recibido es correcto o si el especialista en cuestión ha errado en el mismo.

Si tu eres una persona que te consideras normal y poco a poco vas notando una molestia en el cuello que acaba por convertirse en un dolor constante en el tiempo, si notas que en situaciones tienes sensaciones de mareo y estas las atribuyes al dolor de cuello, si notas que se ha alterado tu carácter pero también lo atribuyes a que esa molestia en el cuello no te deja descansar correctamente y, además, parece que últimamente todo el mundo se ha puesto en tu contra, es normal que pienses que no tienes trastorno de ansiedad.

Si, como decimos, te consideras una "persona normal" no comprendes cuando visitas al especialista y este te informa de que no tienes ningún problema físico. ¿Cómo no va a ser un problema físico si me duele el cuello?.

Tal vez sea necesario recurrir a otro especialista, tal vez sean necesarias más pruebas, pero la cuestión es que probablemente el diagnóstico sea correcto y, al final tienes que reconocer que cuando ninguna prueba ha salido positiva y varios especialistas coinciden en el diagnóstico, es porque realmente estás padeciendo un trastorno de ansiedad.

Resulta que sí eres normal, tan normal que padeces un trastorno que (según wikipedia) padece o ha padecido más del 20% de la población mundial.


El problema con el trastorno de ansiedad es que tiene muchos sintomas. Los síntomas son las señales, las alertas que tiene nuestro cuerpo para indicarnos que algo no funciona correctamente.

Lo singular del trastorno de ansiedad y que lo diferencia de las enfermedades a las que estamos acostumbrados en que dos personas con este mismo trastorno no tienen porque tener los mismos síntomas. Cuando una persona tiene un resfriado, lo normal es que tenga la nariz irritada, que segregue mucha mucosidad, que tenga sensación de frío y, tal vez tenga fiebre y dolor de garganta. Todos estamos acostumbrados a estos síntomas, la mayoría hemos estado resfriados alguna vez y sabemos cómo reconocerlo y -en muchos casos- qué debemos hacer para curarnos.

Cuando hablamos del trastorno de ansiedad, nos introducimos el un trastorno del sistema neurológico y, en este campo, primero deberemos reconocer que pocos conocemos algo y, sobre todo, es un tema que en el "saber" popular se asocia a personas con problemas de carácter, algo con lo que nos asusta que nos relacionen y de ahí nuestra reticencia.

En una clasificación tradicional sobre los síntomas de la ansiedad tendremos que estos pueden ser:

  • Sintomas Cognitivos: Aparentemente deberían ser los más frecuentes. Tienen que ver con el cómo percibimos la realidad.
  • Sintomas Conductuales: Responden a las adaptaciones que hacemos en nuestra manera de comportarnos, normalmente para adaptarnos a nuestra nueva realidad.
  • Sintomas Físicos: los más difíciles de aceptar. Alteracione físicas, de nuestro cuerpo. Dolores, Nauseas, mareos, etc. síntomas que parece imposible que esté generando un trastorno de un sistema de evitación como es la Ansiedad.

En el trastorno de ansiedad los síntomas físicos son los más difíciles de aceptar y que más inducen a pensar en un error de diagnóstico pero, como ya dijimos en nuestro artículo sobre estos síntomas el 59% de los pacientes que acuden a atención primaria con trastorno de ansiedad lo padecen (un porcentaje que se incrementa al 78% cuando se aúnan los trastornos de ansiedad y el de depresión).

El síntoma cognitivo que más desasosiego causa, probablemente sea, el miedo a perder el control, a tener un arrebato en el que no seamos capaces de controlarnos y nos hagamos daño a nosotros mismos o a un ser querido. Este miedo, en su propia esencia tiene el que sea algo improbable pues es algo que nos está generando un conflicto pues choca con nuestros principios, aún así resulta muy inquietante.


Los síntomas de la ansiedad son alertas de que algo no está funcionado correctamente en nosotros, son indicadores de que algo debe corregirse. La solución nunca pasará por desconectar el interruptor de alerta, este está funcionando correctamente, la solución pasará por atacar el problema origen.