10 reglas ante un Ataque de Pánico

La manifestación más desagradable de la ansiedad es el ataque de pánico, en este artículo veremos cómo controlarlo.

Cuando hablamos de que es la ansiedad y como se cura, normalmente estamos preocupados por cómo se cura la ansiedad. El caso extremo de este trastorno es el conocido como Ataque de pánico.

El Ataque de Pánico


Es el momento de separar lo que sería un nivel de ansiedad “normal”, estable para los que padecemos de trastorno de ansiedad, de lo que denominaremos “Crisis de ansiedad” o Ataque de pánico.
 

Crisis de Ansiedad = Ataque de Pánico.


La crisis de ansiedad, esto es el ataque de pánico, es la ansiedad normal pero subida de tono.

En ella es importante se consciente de que no pasa nada físico – físicamente no nos pasa nada -. Por muy desagradable que sea la sensación, no pasará nada y sobreviviremos pues físicamente no nos pasa nada.

Es un hecho probado que con la mente no se pueden producir (en este caso autoproducir) daños físicos; podemos tener, por ejemplo, la sensación desagradable de que no podemos respirar, pero como físicamente no nos pasa nada, no nos ahogaremos.


10 reglas ante un ataque de pánico


Las 10 reglas básicas que hay que tener en cuenta para hacer frente a un ataque de pánico son:


  1. Recordar: Las sensaciones que sentimos no son otra cosa que una respuesta exagerada a la tensión a la que estamos sometidos.

  2. No nos puede ocurrir nada malo. Las sensaciones pueden ser muy desagradables pero nunca peligrosas para nuestra salud.

  3. Pensar cosas amenazantes: como qué nos puede ocurrir o dónde podremos ir a parar, sólo va a a largar nuestro sufrimiento.

  4. Centrémonos en nuestro cuerpo, seamos conscientes de lo que le está sucediendo de hasta qué punto puede influir el miedo en él y recordemos que sólo es eso temor.

  5. La lucha no es una buena opción. No intentemos luchar y salir de la situación, simplemente demos tiempo a que la situación pase, aceptándolo sin lucha.

  6. Sintamos como a medida que nos centramos en otras cosas, a medida que dejamos de añadir pensamientos amenazantes, a medida que transcurre el tiempo sin que "añadamos leña al fuego",  la sensación se va debilitando.

  7. Pensemos que es una oportunidad. Como todas las cosas en la vida necesita de práctica, ya conocemos la teoría, ahora es el momento de ponerla en práctica y progresar en nuestra lucha.

  8. Siempre viene bien un premio y es hora de recordar que estamos progresando, que estamos utilizando esta oportunidad para superarnos a pesar de las grandes dificultades. Pensemos en qué agradable será la victoria cuando la consigamos.

  9. Cuando empecemos a sentir que hemos mejorado, que ya empieza a remitir, deberíamos ponernos a pensar en qué haremos después. La vida no ha acabado y tenemos que disfrutarla.

  10. No tengamos prisa, demos tiempo a que nuestro cuerpo se recupere de la situación. Cuando notemos que ya estamos lo suficientemente repuestos para retomar la actividad, hagámoslo como a cámara lenta. Sin tener ninguna prisa, sin realizar ningún esfuerzo.



Debemos destacar especialmente los puntos:

punto 3 . Los pensamientos negativos de que nos va a pasar algo malo hacen que la crisis se agrave.

punto 7. Si no te enfrentas a ninguna crisis no aprenderás a manejarla. Lo ideal sería no tener nunca una crisis de ansiedad, pero eso no es así: tenemos que considerar la crisis de ansiedad como una oportunidad de poner en práctica lo aprendido.


Las personas que tenemos trastorno de ansiedad y buscamos como curar la ansiedad deberíamos memorizar estas reglas, deberíamos interiorizarlas pues cuando tengamos un ataque de Pánico (que ojalá nunca ocurra) será el momento de aplicarlas y no es un buen momento para leerlas.



La ansiedad puede alargarse mucho en el tiempo cuando, después de una crisis de ansiedad, de un ataque de pánico y teniendo en cuenta lo mal que se pasa, surjan conductas de dos tipos:

  • Evitación: La persona que ha tenido una crisis tiende a evitar la situación que la produjo para así intentar evitar que vuelva. Estas situaciones cada vez se van generalizando más y la persona cada vez se auto-limita más en lo que puede hacer.
  • La persona se vuelve UltraVigilante: Las persona que ha tenido una crisis de ansiedad se vuelve muy sensible a si mismo y se pasa el tiempo escuchando sus sensaciones. Con ello cosas que, en otras circunstancias, habrían pasado inadvertidas o no se les hubiera dado importancia, cobran mucha importancia, haciendo que la persona entre otra vez en el círculo.


Una buena noticia


La buena noticia de este proceso es que, si conseguimos aplicar estas reglas y vemos cómo al hacerlas la crisis de ansiedad desaparece, el ataque de pánico pierde toda su fuerza, las posibilidades de que se repitan se reducen drásticamente.

Es como si nuestro cuerpo aprendiera que con un ataque de pánico no nos va a parar y decidiera que ya no es rentable el desgaste energético que invierte pues no consigue su propósito de pararnos.



No dejes que la ansiedad controle tu vida ni un instante más.